Son muchas las que desean conseguir un tono de cabello ‘’blanco’’, o al menos sin esos indeseados tonos amarillentos o anaranjados que quedan. Pues bien, a continuación te vamos a explicar de forma sencilla cómo se hace.
Eso sí, recomendamos que este trabajo siempre acudáis a un salón de peluquería pues requiere de conocimientos avanzados de peluquería para garantizar un buen resultado y una satisfacción completa. Y lo más importante, ya que es meterle ‘’caña’’ al cabello y se puede dañar , es necesario hacer un previo diagnóstico del cabello y valorar si puede ser sometido a tal proceso químico o no.
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A veces hay cosas que queremos tener y no es posible, como por ejemplo un cabello blanco. En el caso de que se pueda llevar a cabo el trabajo técnico debido a que el cabello está en óptimas condiciones para ello se pueden necesitar lo siguiente indicado:
Un bowl o recipiente no metálico
Una paletina o brocha
Papel plata (en caso de si se busca un blanco solo en modo mecha y no global)
Decoloración
Matizador
Oxidante y Emulsión
Pinzas separadoras
Peine púa
Toalla
Capa de plástico
Y sin dar más vueltas comenzamos a explicar el cómo se hace (lo explicaremos de forma sencilla que todo el mundo lo pueda entender para que tengáis los conocimientos necesarios antes de acudir a la peluquería y saber así todos los pasos):
1. PREPARACIÓN: Colocar una toalla sobre los hombros y una capa desechable para no mancharte.
2. DECOLORACIÓN: Preparar la mezcla de decoloración para poder aclarar el cabello. Necesitas mezclar polvo decolorante + oxidante: Te recomendamos un polvo decolorante que contenga tecnología plex para evitar la rotura del cabello o reforzadora de puentes ya que vamos a someter al cabello a un proceso de aclaración intenso y así minorizamos los efectos ‘’dañinos’’ de la decoloración.
Por tanto, te recomendamos decoloraciones como estas:
El polvo de colorante se ha de mezclar con su oxidante correspondiente o recomendado por la marca y recomendamos que sea a 30 volúmenes (no obstante, siempre a criterio profesional, pero lo normal es que sea a 30 volúmenes). No obstante, desde La Tienda de Peluquería te recomendamos hacer procesos de decoloración a 20 volúmenes para un mayor respeto y cuidado del cabello. Es preferible realizar 2 decoloraciones a 20 volúmenes y controlar los procesos de aclarado sin dañar el cabello a realizar aclaraciones en decoloración a 30 volúmenes cuando los cabellos están ciertamente castigados o dañados (en cualquier caso, en ciertos cabellos que no admiten decoloración es recomendable no hacerlo). Descartamos usar a 40 volúmenes pues puede resentirse bastante el cabello y romper los puentes del mismo quedando un cabello poco saludable.
En la descripción de cada decoloración podrás ver con qué oxidante se mezcla, o bien busca el de su marca.
PRODUCTOS TÉCNICOS DE PELUQUERÍA
La proporción de mezcla de decoloración y oxidante suele ser 1+2, es decir, por cada , por ejemplo, 25 gramos de polvo decolorante tienes que poner 50 ml de oxidante (recomendamos que sea a 30 volúmenes, pero como hemos dicho más arriba, es a criterio profesional según valoración).
Si lo usas a 20 volúmenes no te va a aclarar lo que se requiere en estos procesos. Si optas por 40 volúmenes puede ser arriesgado porque la subida o aclaración es más tipo ‘’boom’’, es decir, pega un subidón a los pocos minutos pero luego se estabiliza y puede quedar amarillo el resultado.
En cambio a 30 volúmenes la subida o aclaración es más lenta y homogénea consiguiendo llegar al objetivo de máxima aclaración de forma controlada.
Ese es nuestro consejo. Además, incluso, puede haber casos que se requiera de una segunda decoloración tras quitar la primera (si el cabello lo permite y se busca un resultado más claro que no se ha podido conseguir llegar con la primera decoloración).
El tiempo de exposición no ha de ser superior a 45 minutos. Si llegado ese tiempo no hubiera aclarado lo suficiente tienes que retirar el producto ya que no te va a aclarar más y mantener la decoloración en el cabello puede dañarlo más.
Si el cabello lo permite, repetimos, si el cabello lo permite, igual es necesario hacer otra decoloración, pero esta vez tiene que tener un seguimiento exhaustivo revisando el cabello constantemente para evitar que se ‘’queme’’ o dañe.
Si la base inicial de donde partíamos era un cabello natural muy oscuro, es probable que con una decoloración no lleguemos a la altura necesaria para conseguir un resultado ‘’blanco’’, incluso si se ha realizado la decoloración sobre un cabello teñido con reflejos rojos, cobres o partiendo de un negro teñido, va a ser muy difícil conseguir un resultado de cabello ‘’blanco’’ pues partiendo de estas bases es muy pero que muy dificil sacar esos tonos rojos, cobres o negros.
3. LAVADO:
¡Ahora viene lo bueno, vamos a ver el resultado!. Una vez se haya lavado con champú (no es necesario aplicar acondicionador todavía en este punto, simplemente lavar con un par de buenas champunadas; aunque si queda muy reseco o enredado se puede acondicionar y enjuagar).
Seguramente mientras lo estés lavando ya veas que eso no ha quedado blanco, pero no te frustres, es normal y tiene arreglo. Si el resultado requiere de una segunda decoloración porque no has llegado a la altura necesaria que es una altura de tono 10 tendrás que hacer, si el cabello lo admite y bajo criterio profesional, una segunda decoloración, quizás a 20 o 30 volúmenes, según resultado y estado del cabello.
Pero se necesita más aclaración si quieres un resultado blanco. Si por el contrario, el cabello no admite más decoloración, no le metas más caña al cabello y tendrás que conformarte con un resultado menos blanco. Hay cosas que como decíamos al principio no se pueden conseguir, aunque el peluquero/a al testarte inicialmente el cabello va a saber si puede lograr conseguir el color deseado que buscas.
4. MATIZADO:
Esto es lo más maravilloso de todo. Aquí es donde vas a ver la magia de cómo convertir un cabello que te ha quedado amarillo o anaranjado en un tono, quizás blanco, platino o perlado, según escojas y busques conseguir. No te asustes si ha quedado tras la decoloración un resultado de esos que ni loca saldrías a la calle porque tienes a tu mejor aliado contigo: EL MATIZADOR.
¡Tachán! ¿Y qué es eso?
Quizás puedas preguntarte qué es un matizador y que hace, pues bien, se trata del poli bueno de la película. Te ayudará a revertir ese resultado que te ha quedado de un feísimo ‘’amarillo pollo’’ o de un ‘’anaranjado zanahoria’’ o si has tenido más suerte, simplemente un amarillo suave o un suave reflejo anaranjado.
Pero no te preocupes, sea cual sea el resultado tenemos el matizador/neutralizador perfecto para corregir ese resultado que no te gusta.
1. Si te ha quedado AMARILLO tienes que neutralizar con un matizador ANTI-AMARILLO como estos (en la descripción de cada uno tienes el cómo se usa):
3. Si te ha quedado ROJIZO (este resultado es más complicado de solucionar, pero inténtalo) tienes que neutralizar con un matizador ANTI-ROJO como este (en la descripción tienes el cómo se usa):
