¡Compra ahora y recíbelo el lunes 29!
Lavarse el cabello adecuadamente es el anhelo de millones de personas en el mundo, quienes cada vez que van a la ducha se convierten en auténticos torturadores de su pelo. Y es que esto va más allá de verter generosas cantidades de champú sobre tu cabeza para restregar hasta el cansancio.
Se trata de algo tan básico en la higiene diaria como vital para mantener esa imagen lozana e impactante que dejes a los demás con la boca abierta.
A pesar de la amplia gama de alternativas existentes para lavarse el cabello como mereces, aún siguen persistiendo un sinfín de inquietudes relacionadas con la frecuencia o las técnicas idóneas según las condiciones de cada pelo.
Nos dejamos llevar por técnicas mecánicas adoptadas desde que tenemos uso de razón, basándonos en argumentos como “no tengo tiempo para perderlo en mi pelo” o “lo lavo así, porque queda oliendo bien y veo que está limpio”.
Desconocemos cuáles son esos efectos contrarios que inciden en nuestro pelo al no saber escoger los productos correctos según su morfología física, ni por qué es necesario evitar el contacto con agua hirviendo.
Sí, detalles tan sencillos pero que siempre se pasan por alto por esa falta de información relevante sobre cómo lavarse el cabello sin necesidad de reventarlo o sacarte varios “auch” de dolor.
Sin embargo, déjanos decirte que esto no será más un problema para ti ni para nadie. A través de este artículo, recibirán una serie de consejos útiles para lavarse el cabello como verdaderos profesionales. ¿Te conocerlos? ¡Adelante!
¿Te imaginas ir a una entrevista de trabajo con un pelo sucio y andrajoso que genere repulsión con solo verlo? ¡Sería fatal! Acabarías ahuyentando a una fantástica oportunidad de ascenso profesional por falta de hábitos de higiene personal. Y ojo, no se trata de vanidad o egocentrismo sino de mantener a tu cabello limpio, evitando la presencia de seres indeseables como piojos y liendres así como también malos olores.
Alguien que no le guste lavarse el cabello, estará dando paso a un deterioro progresivo del mismo. Esto incidirá negativamente en tu autoestima, debido a que reducirás esa confianza en tu misma e intentarás no acercarte a terceras personas por temor a ser rechazado o sufrir algún tipo de acción negativa a causa del estado físico de tu pelo.
¡NO! Este es un craso error que se comete con frecuencia al omitir aspectos simples como los siguientes:
Es inviable lavarse el cabello ondulado con un champú para pelo liso o frotar con extrema dureza en raíces débiles. Lo ideal es aplicar una técnica adecuada que garantice una limpieza profunda, así como también estimule a los folículos capilares para su crecimiento.
Todo esto basado en las características específicas de cada melena.
Antes de adentrarte en ducha, deberás escoger un champú que realmente sea idóneo para tu tipo de cabello. Sí tienes una melena ondulada o lisa, inclínate por algún producto que pueda ayudarte a darle mayor volumen e intentar mantenerlo desenredado por más difícil que sea.
En el caso de los cabellos teñidos, selecciona algún champú y acondicionador con extractos de elementos naturales que contribuyan a potenciar su coloración al máximo a la vez que hidratan sus pigmentos para aminorar el impacto de los componentes químicos existentes en este producto.
Ahora sí tu cabello está maltratado, inclínate por una opción que sea de fórmula reparadora con arginina. Más que nada, porque este aminoácido posee propiedades excepcionales a la hora de proteger la fibra capilar de agentes externos como el sol o la lluvia. Asimismo, fortalece las hebras para darle un aspecto más sano.
Lavarse el cabello a diario NO ES MALO. Especialmente si haces deporte a diario o llevas un estilo de vida acelerado y por ende, expones a tu cuero cabelludo a una sudoración extrema. Por consiguiente, lo más recomendable es lavarse el cabello durante 2 o 3 días, dedicándole unos 20-25 minutos para consentirlo como se merece.
Sí quieres que tu pelo esté impecable en todo momento, aconsejamos que no estés tocando el cabello constantemente ni tampoco permitas que otros lo hagan, debido a que la grasa natural de tus dedos u otros elementos contaminantes presentes en ellos le ensuciarán más rápidamente.
Vierte una cantidad considerable de champú en tu mano, esparciéndolo cuidadosamente desde la base de la cabeza hasta el último folículo capilar que se ubique en la zona de las patillas y por encima de la nuca. Con la yema de tus dedos, irás distribuyendo este líquido equitativamente en cada área desde la raíz del cuero cabelludo hasta las puntas exteriores.
De esta forma, verás que tu cabello quedó completamente cubierto por el champú y garantizarás un lavado impecable. ¡PONLO EN PRÁCTICA! Así te evitarás ver partes sucias o tan descuidadas que produzcan repulsión con solo verlas.
¿Lavas tu pelo con agua hirviendo o helada? ¡CRASO ERROR! Lavarse el cabello con agua a temperaturas extremas acabará reventándolo, así como también dañando su fibra natural para dar un aspecto bastante deteriorado. Lo mejor en estos casos es comenzar a mojar el cabello con agua caliente, abriendo las cutículas de la fibra capital para que penetren los componentes del champú y acondicionador.
Ve enjuagándote con agua templada y finaliza con una retirada del champú con agua fría.
¡No seas brusco! Masaje cuidadosamente a la raíz del cuero cabelludo con la yema de tus dedos, moviéndolos circularmente para llegar a cada rincón. Asegúrate de estimular cada folículo capital con el mayor mimo posible, considerando que esta acción incidirá positivamente en el crecimiento de tu cabellera.
Asimismo, frota con delicadeza a la fibra del pelo para extraer cualquier rastro de suciedad que se presenta a través de grasa u otros elementos externos.
Antes de ir a lavarse el cabello, recomendamos que utilices mascarilla como un método de hidratación para tu pelo. Déjala sobre la superficie por unos 15-20 minutos, retirándola a través de un enjuague común.
También incorpora otros productos como acondicionador o cremas de peinar.
7.- Retira con cuidado:
¡NO LO EXPRIMAS! Hay gente que después de lavarse el cabello, lo envuelve en un paño grueso para después exprimirlo como si fuese un trapo y esto no hace más que desorganizar las cutículas de la fibra para dejar a tu pelo esponjoso e imposible de gobernar.
Lo más sensato es dejar que se seque al aire libre, evitándole esa terrible exposición al infrarrojo de los secadores. En caso de que desees darle forma con este equipo, utilízalo a una temperatura no muy alta y a cierta distancia para no generarle tanto estrés.
Ya no hay excusas para lavarse el cabello incorrectamente. Ahora sabes cómo higienizar esta área tan importante de tu imagen exterior con el dedicado cuidado y dedicación que merece, evitando convertir a dicho proceso en una auténtica tortura en donde tu pelo acabará pidiendo auxilio porque lo están maltratando.
Compartir:
Tarjeta, Contrarreembolso y Transferencia
info@latiendadepeluqueria.com